
Me llamo Elina Sondore. Soy originaria de Riga, Letonia, y actualmente vivo en el País Vasco, España. En 2008, me gradué con honores en Bellas Artes por la Universidad De Montfort de Leicester, Reino Unido. Todas mis ilustraciones están pintadas a mano con acuarela sobre papel.
Pintar es más una necesidad que una elección para mí. Me conecta con el mundo y a la vez con algo sobrenatural. Mi obra está moldeada por experiencias personales, por los contrastes culturales de haber nacido a mediados de los 80 y crecer en las complejidades del siglo XXI.
Exploro temas de humanidad e identidad, a menudo de forma indirecta. Me inspira profundamente la música y las letras, y las peculiares y hermosas combinaciones de colores y patrones que encuentro a mi alrededor. La pintura es donde todo esto —mi mundo interior, mis influencias y mi necesidad de expresión— se une. Es donde me siento más vivo.

Personajes animales, alas y pájaros
Si bien siento un profundo amor por los animales, estos temas son simbólicos en mi obra. Me permiten ser más universal y menos literal en mis temas. A través de la expresión visual y la composición, utilizo estos personajes para crear metáforas de emociones y situaciones cotidianas. Muchos de ellos reflejan la experiencia de adaptarse, de vivir fuera de la zona de confort, y la serena fortaleza de expresar emociones reales.
Las alas, en particular, simbolizan la libertad: el viaje continuo de liberar miedos, aceptar la imperfección y liberarnos de expectativas y estándares que no son los nuestros. Creo que el cielo es el límite, pero con demasiada frecuencia dejamos que nuestra mente nos imponga estándares mucho más bajos.

Me atraen profundamente los colores vivos y a menudo siento la necesidad de mezclar una amplia variedad de tonos en una misma pieza, incluso si tradicionalmente no combinan. Esta "combinación incómoda" es lo que más me entusiasma y me mantiene enganchada al proceso.
A veces, empiezo una pintura con solo unas pocas ideas o elementos en mente; otras veces, empiezo con una visión clara que evoluciona en direcciones inesperadas. El proceso es un viaje de constante sorpresa, y eso es precisamente lo que me encanta. La acuarela también es un medio lleno de sorpresas: fluido, expresivo y, a la vez, bastante controlable.
Mi proceso suele comenzar con un boceto ligero a lápiz, aunque la estructura suele cambiar a medida que aplico la pintura. Decidir cuándo una pieza está terminada puede ser difícil, ya que me encanta trabajar en detalles intrincados. A veces, dejo una pieza a un lado, la retomo más tarde con una mirada fresca y la termino una vez que he despejado mi visión.

Últimamente, he estado creando composiciones más estructuradas, llenas de elementos estampados. Muchas de estas pinturas vienen en conjuntos o series para ayudar a construir una narrativa más completa.
La inspiración para estas obras proviene de sueños conscientes e inconscientes, observaciones cotidianas, procesos mentales internos y recuerdos visuales, tanto del pasado como del presente. Estas pinturas son como pensamientos visuales tangibles, que ofrecen una mirada a mi mundo interior y a cómo percibo el que me rodea.
Me llamo Elina Sondore. Soy originaria de Riga, Letonia, y actualmente vivo en el País Vasco, España. En 2008, me gradué con honores en Bellas Artes por la Universidad De Montfort de Leicester, Reino Unido. Todas mis ilustraciones están pintadas a mano con acuarela sobre papel.
Pintar es más una necesidad que una elección para mí. Me conecta con el mundo y a la vez con algo sobrenatural. Mi obra está moldeada por experiencias personales, por los contrastes culturales de haber nacido a mediados de los 80 y crecer en las complejidades del siglo XXI.
Exploro temas de humanidad e identidad, a menudo de forma indirecta. Me inspira profundamente la música y las letras, y las peculiares y hermosas combinaciones de colores y patrones que encuentro a mi alrededor. La pintura es donde todo esto —mi mundo interior, mis influencias y mi necesidad de expresión— se une. Es donde me siento más vivo.
Personajes animales, alas y pájaros
Si bien siento un profundo amor por los animales, estos temas son simbólicos en mi obra. Me permiten ser más universal y menos literal en mis temas. A través de la expresión visual y la composición, utilizo estos personajes para crear metáforas de emociones y situaciones cotidianas. Muchos de ellos reflejan la experiencia de adaptarse, de vivir fuera de la zona de confort, y la serena fortaleza de expresar emociones reales.
Las alas, en particular, simbolizan la libertad: el viaje continuo de liberar miedos, aceptar la imperfección y liberarnos de expectativas y estándares que no son los nuestros. Creo que el cielo es el límite, pero con demasiada frecuencia dejamos que nuestra mente nos imponga estándares mucho más bajos.
Me atraen profundamente los colores vivos y a menudo siento la necesidad de mezclar una amplia variedad de tonos en una misma pieza, incluso si tradicionalmente no combinan. Esta "combinación incómoda" es lo que más me entusiasma y me mantiene enganchada al proceso.
A veces, empiezo una pintura con solo unas pocas ideas o elementos en mente; otras veces, empiezo con una visión clara que evoluciona en direcciones inesperadas. El proceso es un viaje de constante sorpresa, y eso es precisamente lo que me encanta. La acuarela también es un medio lleno de sorpresas: fluido, expresivo y, a la vez, bastante controlable.
Mi proceso suele comenzar con un boceto ligero a lápiz, aunque la estructura suele cambiar a medida que aplico la pintura. Decidir cuándo una pieza está terminada puede ser difícil, ya que me encanta trabajar en detalles intrincados. A veces, dejo una pieza a un lado, la retomo más tarde con una mirada fresca y la termino una vez que he despejado mi visión.
Últimamente, he estado creando composiciones más estructuradas, llenas de elementos estampados. Muchas de estas pinturas vienen en conjuntos o series para ayudar a construir una narrativa más completa.
La inspiración para estas obras proviene de sueños conscientes e inconscientes, observaciones cotidianas, procesos mentales internos y recuerdos visuales, tanto del pasado como del presente. Estas pinturas son como pensamientos visuales tangibles, que ofrecen una mirada a mi mundo interior y a cómo percibo el que me rodea.



